To the Priests and People of the Diocese of Tyler at Thanksgiving
November 27, 2025
I have been with you as your bishop now for just over nine months. The call to serve as the Bishop of Tyler has been a motive of deep gratitude to God. You have been very much in my prayers over all this time and remain so. An even deeper motive for gratitude is knowing through faith that the Lord is always near, in our midst, accompanying us in every moment and faithfully fulfilling his promise to be with us always until the end of the age (cf. Mt. 28: 20). Jesus alone is the source of our hope, a hope that does not disappoint (cf. Rm. 5:5), as we have so often called to mind during this Jubilee Year of hope.
As we consider with gratitude all that the Lord has showered down upon us in every moment of our lives, as we return thanks to the Lord, the giver of every good gift, we connect the gift to its source. It is also a further motive for renewing our “Yes” to doing the will of God. Every good gift given to us also gives us some capacity, some new opportunity, a new obligation even to share something of this richness with others. The many gifts that the Lord gives us are meant to be shared. They increase as they are shared. They whither when hoarded or buried.
As we return thanks to God on this Thanksgiving Day, further reflection is also prompted by a deeper awareness of God’s great generosity to us, recalling a question occurring in Psalm 116: “How do I make a return to the Lord for all the good he has given me?” Giving thanks is itself the first return, connecting the gift to its source. Generous service to the lowly out of the generous gifts of a generous God is how we make a return in proportion to what God has lavished on us.
Happy Thanksgiving!
Most Reverend Greg Kelly
Bishop of Tyler
Mensaje de Acción de Gracias del Obispo Kelly
A los Sacerdotes y al Pueblo de la Diócesis de Tyler en Acción de Gracias
27 de noviembre de 2025
He estado con ustedes como su obispo por poco más de nueve meses. El llamado a servir como Obispo de Tyler ha sido un motivo de profunda gratitud a Dios. Ustedes han estado muy presentes en mis oraciones durante todo este tiempo y lo siguen estando. Un motivo aún más profundo de gratitud es saber por la fe que el Señor está siempre cerca, en medio de nosotros, acompañándonos en todo momento y cumpliendo fielmente su promesa de estar siempre con nosotros hasta el fin de los tiempos (cf. Mt. 28, 20). Solo Jesús es la fuente de nuestra esperanza, una esperanza que no defrauda (cf. Rm 5, 5), como tantas veces hemos recordado durante este Año Jubilar de la esperanza.
Al considerar con gratitud todo lo que el Señor ha derramado sobre nosotros en cada momento de nuestras vidas, al dar gracias al Señor, el dador de todo buen regalo, conectamos el regalo con su fuente. También es un motivo más para renovar nuestro “Sí” a hacer la voluntad de Dios. Todo buen regalo que recibimos nos da también alguna capacidad, alguna nueva oportunidad, una nueva obligación incluso de compartir algo de esta riqueza con los demás. Los muchos dones que el Señor nos da están destinados a ser compartidos. Aumentan a medida que se comparten. Se marchitan cuando se atesoran o se entierran.
Al dar gracias a Dios en este Día de Acción de Gracias, también nos impulsa a una reflexión más profunda la sensibilización ante la gran generosidad de Dios con nosotros, recordando una pregunta que aparece en el Salmo 116: “¿Con qué pagaré al Señor todo el bien que me hizo?”. Dar gracias es en sí mismo la primera forma de pagar, conectando el regalo con su fuente. El servicio generoso a los humildes de los dones generosos de un Dios generoso es la forma en que hacemos un retorno en proporción a lo que Dios nos ha prodigado.
¡Feliz Día de Acción de Gracias!
Reverendísimo Greg Kelly
Obispo de Tyler
